Si te gusta el arte, vivir en Madrid es, sin duda, un lujo. Este invierno parece que
los museos se han echado un pulso para ver quien organiza la exposición más
interesante e imprescindible. Y, la verdad, yo no soy capaz de elegir cual de ellas lo es… Por
eso os cuento un poco de cada una ordenadas por orden cronológico:
1. Edvard Munch. Arquetipos.
Hasta el 17 de enero en el Museo Thyssen-Bornemisza.
El Museo Thyssen-Bornemisza organiza una exposición de este
pintor noruego considerado como el precursor del expresionismo y uno de
los padres del arte moderno. La muestra, que reúne una selección de ochenta
obras del artista, no solo nos muestra a Munch como el creador del símbolo
universal de la angustia del hombre moderno, sino también como
uno de los creadores de la sensibilidad artística contemporánea que contribuyó
al avance de la modernidad en la
Europa de finales del siglo XIX.
No te pierdas este paseo por un universo artístico que rompió
con el mundo visible y exploró una dimensión espiritual que le llevaría a inmortalizar
los temas más universales sobre la vida, el amor y la muerte, creando así
una toda una mitología de los tiempos modernos.
Por fin llega a España una de las
mayores exposiciones monográficas de Wassily Kandinsky, el padre del arte abstracto. La muestra nos enseña, a través de sus
casi 100 piezas, su trayectoria artística y espiritual. “El arte debe relacionarse más con
lo espiritual que con lo material”, escribía el artista ruso para
fundamentar la necesidad de la abstracción.
Esta
exposición nos ofrece la gran oportunidad de recorrer cronológicamente la obra
del artista ruso. Una producción que atraviesa
la Primera Guerra Mundial, el crack del 29, la barbarie nazi y las esperanzas
fallidas de la Revolución de Octubre en su país natal. Y lo hace sin
involucrase en ninguno de estos sucesos porque, para Kandisnky, “el
arte debe estar por encima de esos
problemas”.
3. Ingres.
Hasta el 27 de marzo en el Museo Nacional del Prado.
El Museo del Prado nos brinda la
maravillosa oportunidad de ver cerca de 60 obras de Ingres, un pintor del que no
conservamos ninguna de sus pinturas en las colecciones públicas españolas. Se
trata de un recorrido en el que disfrutarás de un artista en el que confluye, al mismo tiempo, la herencia de
Rafael y la de Poussin con el anuncio del cubismo.
Con Ingres no hay que dejarse llevar por
las apariencias: hay que sumergirse en su interesante obra y encontrar ese punto esencial que conduce a las
revoluciones artísticas de finales del siglo XIX y principios del XX.
Y vosotros, ¿sois capaces de elegir?